domingo, 24 de abril de 2011

Un trocito de mi cuento

La verdad es que la cabeza de Roberto estaba demasiado bien amueblada para aquel tiempo de cruentas guerras.
En su cabeza no cabía ningún tipo de injusticia o desastre, el lo tenía claro desde pequeño, el sabía que su fin sería morir joven.
No hacía mas que pensar en aquellos días que faltaban para ir a Ceuta, había echo una promesa que sabía que no iba a cumplir, pues el no era hombre de compromisos y no estaba dispuesto a casarse.
Quedaba apenas semana y medía y sin decir nada abandono su hogar días antes de la boda, dejando la siguiente nota:

Sabes como soy y no puedo hacer esto , no soy hombre de compromisos y mi destino esta escrito, se que moriré joven , esto no quiere decir que no vaya a volver , pero si he de ir a Ceuta lo haré con todas las consecuencias, quizás me asusta salir de mi mundo pero no temo, si Dios ha decidido mandarme a Ceuta no seré yo quien se niegue a ir mujer.
Tan solo pedirte un favor, si no vuelvo o no recibes noticias mías, sigue tu vida y no te atormentes.

Atentamente: Roberto

Su mensaje fue tan claro como frío, y es que en esos tiempo o había lugar ninguno para la ternura.
Desde que recibió la noticia , todo le daba igual , pero su vida tomo una nueva dimensión , nada de lo que había pasado hasta entonces lo influiría .
Si era necesario morir, moriría , pero no sin haber peleado.