martes, 16 de agosto de 2016

Tiene nombre de País



Tardé en darme cuenta de la tierra que estaba pisando, pero me invitó a pasar y yo que soy tan curioso como el gato del refrán me aventure tan pronto me dedicó 2 palabras cordiales.
Y todo comenzó como comienza todo cuando no conoces un lugar, no dejas de moverte, de visitarlo, de explorar cada rincón del corazón de ese nuevo mundo que de repente tienes frente a ti.

No hace falta que explique que pasa cuando te gusta viajar y te enamoras de un país... Pronto apliqué para la solicitud de residencia, sentía que no tenía tiempo que perder, que todo el tiempo que perdiera jugaría en mi contra en algún momento de mi estancia porque mi visado era limitado al igual que la tierra que quise conquistar sin saber o sin querer saber que ella ya tenía un residente permanente.

Mientras intentaba obtener mi permiso de residencia, quise ganarme su confianza quise que se olvidara de todo, que todo su ser se rebelara, que creara un vendaval y me dejase habitarla y cuidarla.
Y así nos fue...Cada ocasión era buena para perdernos en la mirada del otro, que como respuesta nos dedicábamos la mas sincera de las sonrisas, eso podía pasar una vez cada 3 minutos. Cada caricia un motivo para sentirse protegido y cada abrazo para mi era como hacerle el amor entregándole cada pedazo de mi alma, abrazos que podían durar mas que una noche en el Polo Norte.
Tuvimos cientos de arrancadas fallidas, miles de despegues que se quedaron en la pista, y busque mil acercamientos que acababan por volver a coger altura truncados por  el sentimiento a una torre de control que ya residía en aquel lugar donde yo quería morir.
Y es que como puedes imaginar, a tan bella tierra no le faltaban solicitudes para obtener la tan deseada residencia y como puedes imaginar ella ya tenía quien le habitara ese corazón que yo intenté asaltar en cada oportunidad que tuve.

Allí viví la Luna llena mas preciosa que pueda verse, quizás no solo por la Luna que quedaba algo eclipsada si me ponía a verla a ella. Y nuestros cruces de manos que me hacían no bajarme del tren, un tren donde guardo mil despedidas que hacían chillar los frenos en el momento de separarnos.
Todo esto pasó en menos de 6 semanas y te aseguro como amante del tiempo que soy, que aún no me explico como pudimos meter tanto en tan poco tiempo.

Pese a todo evite morirme por el camino, porque muere lentamente quien evita una pasión, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un amor, quien no se permite al menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Fíjate si así lo hice que hasta le propuse matrimonio de 3 formas distintas en 4 sitios diferentes, una propuesta que siempre era contestada con una sonrisa y un "no seas tonto".

En ella encontré todo lo que cualquier viajero desea encontrar cuando viaja, y pese a resistirse a mis mil millones de estrategias de conquista, descubrí que ella es un país fiel pese a que puedas gustarle, y que mientras tenga un residente no lo cambiará de una forma fácil, porque ella es así, es tierna, cercana pero sobre todo LEAL.

Y te juro que me encantaría poder describirte con mas detalles como es y no solo mi viaje a ella,  pero cuando el amor se pasa de ese límite las palabras no alcanzan el sentimiento de un corazón robado por la magia de ella, ella que TIENE NOMBRE DE PAÍS.


Roberto López Martín