lunes, 19 de octubre de 2015

Esta noche, te diré que No a Todo

Podría decir mil cosas esta noche,

Y aunque esto pueda parecer el comienzo de un poema de Bequer te adelanto que no, que no es tan "bueno".

Podría decirte que llevas razón, y podría estar engañándote para que no te doliera el corazón y sin embargo esta vez también te diré que no, aunque le pese a tu ya mencionada razón.

Podría animarte y decirte aquello de, Por qué no? Pero esta noche tampoco es el día fíjate que eclipse hemos formado, así que por riesgo de no verlo claro, tampoco lo haré.

Quizás sugerirte que fueras con cuidado, que pisaras despacito, que el hielo es frágil, pero como ya imaginas y a esta altura del texto no voy a ser nada original así que también te diré que no, que ni pises, que el agua helada solo tarda 10s en matarte.

Debería apoyarte y hacértelo ver mas fácil, pero sabes que ... QUE NO.

Que mi mayor pecado es pecar de sinceridad aun cuando ninguna opinión me ha sido pedida, que mi mayor virtud quizás sea el saber decir lo que nadie jamás te sabrá narrar.
Y es así "amiga" porque cambias el sol por volver de nuevo a tu tormenta, porque tu memoria selectiva a olvidado que lo que te hizo olvidar tanto dolor fue solo un servidor.



Roberto López Martín

martes, 6 de octubre de 2015

Pinceladas de sin sentido.

Dar pinceladas en un cuadro donde no hay lienzo, tampoco hay pintura, pero seguir esperando que alguien reconozca lo que es arte y decida comprar ese cuadro al que llamar ausencia.

Una conversación de messenger en la que destinatario y emisor fuesen el mismo, y se contradijesen todo el tiempo para evitar el pensamiento de grupo

Un album de cromos, en el que nunca pegué ninguno, nunca quise que fuese igual que el de mis vecinos... Ellos me decían tonto, yo les decía borregos.

Una carrera en la que empiece a correr cuando ya haya terminado, y ganarla yo,porque  todos se retiraran cuando comience la mía.

La carta que te escribí, y que jamas te envié, pero de la que siempre espera una respuesta que me hiciera saltar del sofá. Aún sigo en el sofá, por si acaso...

El coche que compré pero al que no quise ponerle gasolina, por la cantidad de impuestos que descubrí que me iban a cobrar, ponerle pedales y quitarle piezas hasta que pesase 8kg como una bici y encajarle pedales, para poder lucir una bonita bici Seat.

La casa que nunca me compre y en la que siempre viví.

Ser de una experiencia futura y no de un recuerdo pasado.

La piscina en la que siempre pedalee y la bicicleta en la que me gustaba nadar.

El chaqué con que tantas veces he entrenado y mi mejor chándal para los grandes eventos.

El paso de cebra que nunca cruce porque no había semáforos.

La sombra del sol en la esquina de un desierto sin fin,

El fondo del mar por encima de un acantilado.

El timbre de una puerta que conecta con la luz de la cocina.

Esperar el avión en una estación de tren, o coger un taxi en la azotea de una de las torres KIO (la de la derecha)

Todo lo demás es bastante coherente si lo comparamos con nuestra historia, una historia que empezó por el final, que acabo por el principio, que acabó bien empezando mal... Un sin sentido...

El mayor sin sentido que conozco ... Tu y Yo


Roberto López Martín