miércoles, 2 de marzo de 2016

IRRA-CISMO


Siglo XXI: como cada jornada, el racismo se alinea en las noticias protagonistas que hoy saltarán al campo; nada de rotaciones para citas importantes.

Saque de centro: comienza el debate de las naciones, un nuevo mundial. 
Todos tocan el balón: unos lo despejan, otros lo chutan a otra portería, y otros lo mueven con delicadeza, como el Barça de Guardiola, pero sin crear ninguna ocasión que marque el gol de la victoria y el final de un partido que se alarga como prolongación en busca del ansiado gol de oro... 

¿Y qué? ¿Te has parado a pensar qué es el racismo? (Aquí tienes el descanso)
Lo siento racismo, has cambiado, no eres tú, soy yo, 
Somos yo y mis semejantes...

Hace ya algunas ligas que el color de la piel dejó de ser el argumento titular, que se quedó en el fútbol de las viejas glorias del siglo pasado, al que ya ni se hacen homenajes.
Ahora el racismo habla de "posibles" y de capital, que da igual si eras blanco, amarillo, azul como un pitufo, verde como la masa, o simplemente negro (clásico del siglo pasado y vieja gloria para el recuerdo).

Da igual. Olvídalo todo, esto ya es fútbol moderno, del de verdad, del de 50 analistas y equipos técnicos preparadísimos, pero que aún no despejan la nueva ecuación... Serás Don si hay din...



Hasta aquí, igual has podido entenderlo todo, a no ser que juegues en regional y vivas de espaldas a las grandes ligas que se televisan hasta en las calles de tu barrio, porque a esto se le llama "evolución humana". 

Pero permite decir algo antes de despedirme: quisiera recordarte algo tan cierto como que todo partido tiene su final; una vez pite el colegiado los tres toques de silbato que anuncian que todo ha terminado, tanto Tú Don, como yo sin din, iremos al mismo vestuario con paredes de pino al que las flores y los isotónicos acabarán por no llegar.



"Porque la raza la define el dinero, y el color de piel ya es solo un canon de belleza rotatorio" (Roberto López Martin 2016)


Roberto López Martín