sábado, 2 de julio de 2011

Disfrutar

1,2,3,4,5,6,7....


¿Cuantos son los momentos que has disfrutado en tu vida? ¿Durante cuanto tiempo?
Es curioso, que la vida esta llena de grandes momentos , pero nunca pensamos en el tiempo que hemos disfrutado , o recordamos de que ...
Y así es..



Hace mucho tiempo,
un viajero paró en un pequeño pueblo
de un país centroeuropeo.
Paseando por sus calles preguntó a varias personas
por algún lugar curioso o hermoso
que pudiera visitarse en la zona.

Todas le contestaron que no dejara de ir al cementerio.
El viajero se quedó un tanto asombrado,
pero antes de retomar su camino,
se acercó al camposanto,
un poco alejado de la población.

Cuando entró se sintió decepcionado.
Era un cementerio como cualquier otro,
lleno de lápidas y flores.
Pero caminando por sus estrechos paseos
comenzó a fijarse en las lápidas
y las fechas que había escritas en ellas.
Cuanto más miraba, más se asombraba.
En una ponía: 8 años , tres meses y un día.
En otra cinco años, diez meses y seis días.

Más allá las lápidas mostraban edades pequeñas,
algunas incluso anotaban las horas
y los minutos de vida del difunto.

Asombrado, fue a buscar al sepulturero,
que lo había estado observando desde que entró en el cementerio.

-Perdone -le preguntó-
¿Cómo es que en este pueblo muere la gente tan joven?
Casi todos parecen niños.
¿Acaso entierran a los adultos en otro lugar?
-No -le respondió con una sonrisa el encargado
-Los números que usted ha leído no son los años de vida,
sino el tiempo de felicidad que ha vivido el difunto.

Ante la cara de estupor del viajero,
el sepulturero le explico que en aquel pueblo
todo el mundo tenía por costumbre anotar
en un cuaderno los momentos felices
que había vivido en su vida,
contando cuidadosamente minutos, horas, días...
Al final de su vida se contabilizaba todo ese tiempo
y se escribía en su lápida.
Así, las personas eran recordadas por su capacidad de ser felices.

-Entonces, ¿las lápidas en las que apenas ponen algún día
o alguna hora son de gente que ha sido desgraciada toda su vida?
-¡Oh, no! Esas son las de los niños.
A ellos, desde que nacen,
sus padres les abren el cuaderno
y les van apuntando los momentos felices
hasta que ellos mismos son capaces de hacerlo.
Por eso algunas cifras son tan pequeñas.

1 comentario:

guadalupe dijo...

en realidad,cuando te cansas realmente de peder el tiempo es cuando lo empiezas a valorar de verdad y a difrustarlo con mas ganas