miércoles, 3 de marzo de 2010

Ecos de la guerra....


Tan solo aquel ruido estremecedor consiguió levantarme esa noche.

Las sirenas sonaban y parecía que de un momento a otro el cielo iba a caer sobre nosotros sin dejar ni rastro de nuestros cuerpos.

Las bombas caían con ira sobre el centro de la ciudad y los gritos de las personas desesperadas se mezclaban con el de la sirena que incesante no paro de sonar en toda la noche.

Los niños pequeños corrían cogidos de la mano de sus madres sin destino aparente, en sus rostros tan solo había una expresión: TERROR

Terror que sacudió la ciudad hasta dejarla convertida en cenizas.

Desde entonces nada a vuelto a ser como antes me despierto sobresaltado por las noches recordando el sonido ensordecedor de aquella sirena , aquella sirena que rompía el silencio de la noche y tan solo anunciaba la catástrofe

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