miércoles, 25 de noviembre de 2015

Aquello que llamamos Hogar

Cada mañana una alarma, un café y unos cuantos "tweets" en el time line,

Cada mañana una periódico sensacionalista con una portada de todo lo que va mal, un hola seco del vecino de abajo y un vagón de metro con sus empujones,

Cada mañana de Lunes se llena de caras tristes, cada mañana de viernes repleta de mil esperanzas llenas de sonrisas envueltas en fin de semana,

Cada mañana cien planes, miles de tareas  y millones de ideas que se van perdiendo con el paso de las horas.

Cada mañana el mismo trayecto,  las mismas caras y la misma dirección en tu camino.

Así cada mañana, para que cada noche puedas recordar que llegaste hasta aquí porque todo lo que haces es HOGAR.

Hogar puede ser una oficina, una pista de atletismo, un gimnasio o puede ser el bar cutre de la esquina donde cada mañana desayunas o cada noche tomas algo.

Y cada noche que aprendas que si quieres cada mañana puede ser diferente, y no por el o ella, ni siquiera por nadie, la idea de amor romántico se ha suicidado y tan solo se la ve escrita de vez en cuando en los libros de un tal Paulo Cohelo.

Porque sí. porque si cada mañana es igual es porque te gusta, y porque si algo te gusta no debes dejar de hacerlo. El problema igual viene en que no te gusta y no hagas nada por cambiarlo.


Somos de quien nos cuida, y quien/que te cuida siempre será tu Hogar.




Roberto López Martín

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